¿Cómo lograr la salud mental para un desarrollo integral?

Por María Luisa Guadalupe Novoa Aguilar

La Organización Mundial de la Salud (OMS) es el organismo de las Naciones Unidas dedicado a la salud y la seguridad mundiales. Ellos la definen como: “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.”

A partir de este concepto podemos reflexionar sobre lo importante que es tener salud física, y por consiguiente, mental. para entender la relación de la salud y tu desarrollo integral, es bueno comprender que cada uno de nosotros somos un complejo y maravilloso organismo que interactúa de diferentes formas, resultando con ello que podemos influir y ser influidos por el entorno.

Cuando este organismo está sano es porque mantiene un equilibrio (no estático) en sus diversos componentes: la parte física que comprende el funcionamiento de nuestro cuerpo (biológico), de la piel hacia adentro. La parte psíquica se refiere a la manera cómo pensamos, actuamos, a nuestras creencias, a la manera de resolver las dificultades de la vida, los valores y las costumbres, todo esto depende del contexto social y cultural.

La parte social se refiere a las condiciones, instituciones y sociedad en que las personas nacen, crecen, trabajan y envejecen. donde se establecen las normas que rigen el comportamiento, si hay discrepancia entre lo psíquico y lo social es cuando las personas se enferman.

Y por último la cuestión espiritual que no se refiere a una religión, sino a la posibilidad de crecimiento y de ser la mejor versión de uno mismo. Esta parte armoniza las otras tres.

En esa constante y fluida interacción entre las distintas partes con su medio se pueden desequilibrar algunos elementos por lo que se da la enfermedad.

Las personas tenemos dos opciones para movernos en el mundo y la vida. El camino de la salud y el de la enfermedad.

En el de la enfermedad, no hay bienestar, hay malestar. Y se caracteriza por el hecho de que la persona vive en el sufrimiento, con pensamientos negativos, enojo, dolor, frustración, miedo e impotencia. Estos sentimientos lo llevan a sentirse culpable, a sentir que ha fallado o se equivocó. Obviamente si se siente culpable no es capaz de mantener buenas relaciones con los demás y eso lo hace sentirse solo y que es un imán de desgracias por estar solo, con miedos, por lo que siente que nada más a él/ella le pasan cosas malas por “culpa” de los demás, de las circunstancias y del destino. Todos tienen la culpa, menos él/ella. Entonces no es responsable de lo que le pasa, tiene “mala suerte”, atrae las situaciones desafortunadas, como las enfermedades y no asume que sus acciones tienen

consecuencias, no hay aprendizaje de su experiencia, por lo que repite los mismos comportamientos con los mismos resultados. Y esto lo lleva a sentirse desamparado, olvidado, no comprendido, “victima”. Y por supuesto, alguien con esta visión de la vida y esa actitud debe estar enfermo, no hay escape.

En cambio, el camino de la salud, se refiere a personas que se quieren a sí mismas, se cuidan, tienen buen autoconcepto, se alimentan sano, duermen bien, atienden su entorno (casa, escuela) procurando que esté limpio, ordenado. Predomina el amor. Disfruta estar vivo, y por ello respeta a los demás, su contexto y principalmente a sí mismo.

Es honesto consigo mismo y con los demás, así reconoce sus necesidades, sus sentimientos, sus pensamientos y en su actuar es congruente con ellos. Esta persona responde por las consecuencias de lo que dice, piensa, hace y siente. Claro, esto implica compromiso con su desarrollo y su vida, y no se los deja a nadie más. Sabe lo que quiere y a dónde va.

Esta forma de vivir lo tiene feliz, motivado y dispuesto a enfrentar retos, sorpresas y experiencias que le brinda la vida con una visión positiva de la misma.

Sabemos que mantener la salud no es tarea fácil, requiere deshacerse de ideas y creencias limitantes, cuestionar situaciones, asumir la responsabilidad de la propia vida, enfrentar el estigma de tener algún trastorno mental, considerando que pedir ayuda, atenderse y hablar sobre la forma en que te sientes es lo correcto, es más valiente admitir que no se encuentra bien que permanecer callado aguantando el sufrimiento serenamente. Este silencio a nadie le sirve, no ayuda a mejorar ni te hace un héroe.

En el lugar en que te encuentres requiere que hagas una reflexión para decidir ¿qué quieres en y de tu vida?, ¿salud o enfermedad?, ¿desarrollo y disfrutar plenamente el proceso? O ¿sufrir incansable y constantemente?

¡Tú decides! Si decides sufrir y no haces algo para estar mejor, está bien, finalmente tú lo eliges. Deseamos que tomes la mejor decisión para ti, la que te lleve a una vida sana, positiva y plena. Si es así, tienes mucho por hacer.

Bibliografía:

  • Polo Scott, Dr. Marco Antonio y Dra. Beatriz Chávez Contreras (2014) Psicoterapia Transpersonal Integrativa de la Expresión Emotiva y la Imaginería, editorial Tanathos, México
  • https://www.paho.org/es/temas/determinantes-sociales-salud#:~:text=La%20Organizaci%C3%B3n%20Mundial%20de%20la,condiciones%20de%20la%20vida%20cotidiana%22. Revisado el 19 de noviembre de 2024, a las 11:30 horas en Ciudad de México.

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